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Alexandra Elbakyan: De la 'Robin Hood' de la Ciencia a la Democratización del Conocimiento

Actualizado: 19 jun

El camino de la joven que revolucionó la ciencia a los 22 años: del "Pirate Bay" de la ciencia a ser acusada de espía rusa por EE.UU.



Alexandra Elbakyan, una figura que cambió la industria científica a temprana edad, ha protagonizado un sorprendente viaje desde la creación del innovador "Sci-Hub", un repositorio de artículos científicos, hasta enfrentar acusaciones de espionaje por parte de Estados Unidos. El New York Times la comparó con Edward Snowden, Ars Technica con Aaron Swartz, y Nature la incluyó en su lista de las 10 personas más influyentes en la ciencia en 2016. Popularmente conocida como la "Robin Hood" de la ciencia, Elbakyan desafió las normas al democratizar el acceso a la investigación, pero este acto de valentía también desató conflictos legales y controversias.




El origen de Sci-Hub


Con más de 82 millones de artículos disponibles en 2020, Sci-Hub ofrece acceso a investigaciones que a menudo se encuentran detrás de costosas suscripciones anuales, algunas superiores a los 4.000 euros. En 2011, Alexandra Elbakyan enfrentó el desafío de su universidad en Kazajistán, que carecía de recursos para acceder a artículos científicos esenciales. Fue así como nació Sci-Hub, un recurso que rápidamente se expandió y ahora es utilizado globalmente, como lo destacó la revista Science.


Elbakyan, cuyos estudios la llevaron de Kazajistán a instituciones en Moscú, Friburgo y Estados Unidos, expresó en una entrevista con El País que "ningún científico se ha quejado personalmente acerca de que sus estudios estuvieran disponibles en Sci-Hub". Incluso prestigiosas instituciones como la Universidad de Harvard han reconocido la dificultad de afrontar los altos precios impuestos por las editoriales para el acceso a los artículos.


Enfrentando desafíos legales


La creación de Sci-Hub expuso a Elbakyan a demandas de las principales editoriales científicas, siendo Elsevier una de las más destacadas. En 2017, Elsevier ganó una demanda por 15 millones de dólares debido a lo que consideró "escalofriantes" infracciones de propiedad intelectual. Aunque Elbakyan no estuvo presente en el juicio, se le condenó a pagar esta cifra considerable.


Elbakyan también enfrentó demandas de otras editoriales, incluyendo la American Chemical Society, que resultaron en una condena por valor de 4,8 millones de dólares. La lucha legal y la gestión de Sci-Hub no impidieron que ella continuara con su propia carrera científica, centrada en la neurociencia y la comunicación científica.


La influencia rusa y las controversias


Sci-Hub, con base en Rusia, ha sido objeto de polémicas debido a la visión de Elbakyan sobre el acceso a la ciencia. Aunque se ha especulado sobre posibles vínculos con el Kremlin, Elbakyan niega cualquier afiliación directa con la inteligencia rusa. Su compromiso con el acceso abierto y la abolición de los derechos de autor ha suscitado comparaciones con la cultura científica soviética, que veía la "Ciencia y el Comunismo como inseparables".


Un futuro incierto y un legado duradero


Alexandra Elbakyan, nacida en 1988, mantiene Sci-Hub por sí misma, aunque las restricciones legales impiden que compañías estadounidenses ofrezcan su apoyo. Acepta donaciones a través de diferentes métodos, incluyendo criptomonedas como el Bitcoin. Su labor ha sido nominada a premios científicos, y su compromiso con el acceso abierto y la democratización del conocimiento sigue siendo un legado duradero en el mundo de la ciencia.







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